viernes, 11 de abril de 2014

REFLEXIÓN SOBRE LOS REFLEJOS

Una vez pasada cierta edad superamos las diferentes respuestas involuntarias que realiza nuestro cuerpo, es decir los diferentes reflejos como son: el reflejo de moro, el reflejo de babinski, el reflejo de prensión, el reflejo de natación, el reflejo tónico del cuello, el reflejo de marcha automática...

Pero hay una serie de reflejos que nos duran toda la vida porque son una serie de respuestas involuntarias que nos sirven para protegernos o alimentarnos. Esta serie de reflejos que nos acompañaran para siempre son: 
- EL REFLEJO DE PARPADEO: Para protegernos de los golpes, de objetos y de la luz.
-EL REFLEJO DE LA TOS: Toser cuando se estimula la vía respiratoria.
-EL REFLEJO DEL BOSTEZO:Bostezar cuando el cuerpo necesita más oxígeno.
-EL REFLEJO DE ESTORNUDO:Estornudar cuando las vías nasales se irritan.
-EL REFLEJO NAUSEOSO:Hacer arcadas cuando se estimula la garganta o la parte posterior de la boca.



REFLEJO CORNEAL O DE PARPADEO

El reflejo corneal, es un parpadeo involuntario de los párpados provocados por la estimulación sobre la córnea, al ser tocado por un examinador o por un cuerpo extraño, por ejemplo, aunque podría resultar de cualquier estímulo periférico. La estimulación debe provocar tanto una respuesta directa y consensual, es decir, una respuesta similar del ojo opuesto al estimulado. El reflejo ocurre una rápida velocidad de 0,1 segundos. El propósito evolutivo de este reflejo es proteger los ojos de los cuerpos extraños y las luces brillantes (este último conocido como el reflejo óptico). El reflejo corneal se puede producir ante sonidos de más de 40-60 dB.



El reflejo está mediado por la rama nasociliar de la rama oftálmica (V1) del quinto par craneal, el nervio trigémino. Es el nervio que detecta el estímulo a nivel de la córnea o de la conjuntiva, es decir, que es el nervio que envía la ruta aferente del reflejo.
Por su parte, el séptimo par craneal o nervio facial da iniciación a la respuesta motora, es decir, que es la vía eferente, posiblemente mediado por un núcleo medular.
El uso de lentes de contacto puede disminuir o anular la prueba de este reflejo.
El reflejo óptico ocurre ante el estímulo de una luz brillante.2 El reflejo óptico es más lento y es mediado por la corteza visual, que reside en el lóbulo occipital del cerebro. El reflejo está ausente en los bebés menores de 9 meses.

El estudio del reflejo corneal es parte de algunos exámenes neurológicos, como el estado de coma. El daño a la rama oftálmica (V1) del 5º par craneal da como resultados una ausencia de reflejo de la córnea cuando se estimula al ojo afectado. La estimulación de una córnea normalmente tiene una respuesta consensuada, con el cierre de ambos párpados.

REFLEJO DE NATACIÓN

El reflejo de natación es, quizá, el más curioso de todos: los bebés sorprenden porque si los meten en la piscina o  en la bañera y los sujetan por la tripa, comienzan a realizar movimientos rítmicos y coordinados, como si de verdad estuvieran nadando.


Y asociado a éste existe otro reflejo innato, el de buceo, por el cual los bebés pequeños cierran automáticamente la glotis cuando los sumergen bajo el agua. Algunos científicos relacionan este reflejo con el periodo intrauterino y otros los asocian a nuestro pasado de anfibios. Antes de los 3 meses se pierden ambos.




Hay algunos expertos que aconsejan aprovechar los meses en los que estos reflejos están presentes para estimular estos movimientos, lo que beneficiará después al bebé a la hora de aprender a caminar, gatear o nadar.

REFLEJO DE SUCCIÓN

El Reflejo de succión es un reflejo arcaico que se da en los seres humanos durante las primeras semanas de vida, generalmente hasta los cuatro o seis meses.

Se activa cuando un objeto entra en contacto con los labios del recién nacido proporcionando que la boca se ponga a succionarlo. Su función es la de succionar el pezón de la madre para garantizar un amamantamiento más eficaz.
 Su existencia es prueba de madurez en el niño. 


Con el tiempo adquirirá un valor funcional que permita al niño succionar de modo consciente. Por el contrario, si más allá de los seis meses continua como conducta refleja se puede considerar como signo patológico en el desarrollo.

REFLEJO TÓNICO DEL CUELLO

 El reflejo tónico del cuello se presenta cuando se mueve hacia el lado la cabeza de un niño que está relajado y acostado boca arriba.
 El brazo en el lado hacia donde la cabeza está orientada se extiende derecho lejos del cuerpo con la mano parcialmente abierta, mientras que el brazo que queda lejos de la cara se flexiona y el puño se aprieta fuertemente. Al girar la cara del bebé en la otra dirección, se invierte la posición.



 La posición tónica del cuello a menudo se describe como posición de esgrima, debido a que se asemejan a la pose de un esgrimista.

REFLEJO DE MARCHA

Dentro de este grupo de reflejos, es muy importante el reflejo de la marcha. Si sujetamos a un bebé por debajo de los brazos manteniendole en posición vertical, apoyando sus pies sobre una superficie, el bebé reacciona con movimientos coordinados de los pies “como si andara”. Este reflejo se observa con claridad a partir del cuarto día de vida y suele desaparecer hacia el primer o segundo mes de vida. 
Al finalizar su primer año de vida, sin embargo, tendrá que aprender a andar coordinando los movimientos y el equilibrio.


La función de estos reflejos es desconocida ya que no se entiende por qué aparecen estas conductas al nacer, se pierden a los pocos meses y después el niño tiene que aprenderlas nuevamente para poder gatear, andar o nadar.
Las investigaciones más recientes muestran una clara relación entre estos reflejos y el gateo, la marcha o la acción de nadar. Parece que, entrenar al bebé en la práctica de estos reflejos los primeros meses (mientras todavía los muestra) beneficia más tarde el aprendizaje de estas habilidades motoras.

REFLEJO DE BABINSKI

Es uno de los reflejos que ocurren en los bebés. Los reflejos son respuestas que se presentan cuando el cuerpo recibe cierto estímulo.
El reflejo de Babinski se presenta después de que se ha frotado firmemente la planta del pie. El dedo gordo del pie entonces se mueve hacia arriba o hacia la superficie superior del pie y los otros dedos se abren en abanico. 
Este reflejo es normal en niños hasta los 2 años de edad. Desaparece a medida que el niño crece. Puede desaparecer ya a los 12 meses.

Cuando el reflejo de Babinski se presenta en un niño mayor de dos años o en un adulto, con frecuencia es un signo de un trastorno del sistema nervioso o del cerebro. Los trastornos pueden abarcar:

REFLEJO DE PRENSIÓN

Las manitas de un recién nacido nos enternecen pero también nos sorprenden por la fuerza que tienen al apretar, esto se le llama reflejo de prensión. Cuando ponemos un objeto o nuestro dedo en la mano del bebé lo coge y aprieta con su manita de tal manera que incluso podríamos levantarlo hasta ponerle de pie sin que se soltara.
Aunque lo más gracioso es que este mismo reflejo se halla también en los pies, cuando éstos rozan con alguna superficie, el bebé encoge los deditos de los pies como si quisiera aferrarse a algo. Según los expertos, este reflejo es algo heredado de nuestros antepasados, cuando los humanos tenían gran cantidad de vello corporal les servía a los bebés para aferrarse al cuerpo de la madre en caso de peligro.
Este reflejo desaparece en poco tiempo y es sustituido por un nuevo tipo de conducta que se aprende, que contiene intención y que se desarrolla conforme madura el cerebro del bebé, cuando empieza a adquirir coordinación, habilidad para agarrar y manipular cosas, etc. El dominio de las manos en un bebé requiere aprendizaje y un continuo descubrimiento que nosotros podemos ver claramente.

Durante el primer mes vemos como el bebé mantiene casi todo el tiempo el puño cerrado, el reflejo de prensión está a la orden del día. Durante el segundo mes, sigue conservando este reflejo pero con menor rigor, el bebé abre sus manitas más a menudo. En el tercer mes empieza un notable cambio, sujeta sin fuerza un objeto que pongas en su manita y lo agita, aunque todavía no lo mira.
En el cuarto mes empieza a mirarse sus manitas, se las lleva a la boca y las chupa. El cambio empieza a acentuarse mucho más gracias a la maduración de su cerebro, ya entrado el quinto mes, el bebé empieza a estirar las manos para intentar tocar un objeto, aunque todavía le cuesta un poco ya que no calcula bien las distancias. El cambio del quinto al sexto mes es muy significativo, ya puede coger objetos con una sola mano y los mira. Durante el séptimo mes es capaz de coger dos objetos a la vez, uno en cada mano gracias al desarrollo de su sentido de coordinación y el enfoque visual.
A partir de este momento, la conciencia que el bebé posee sobre sus manos es muy notable, durante el octavo mes, el bebé aprende a soltar las cosas e incluso deja caer los juguetes a propósito, esta acción es parte de su aprendizaje relacionada con la coordinación. En los meses sucesivos hasta cumplir el año, cojera los juguetes para explorarlos, los golpeará para que suenen, empezará a coger cosas pequeñas, utilizando el pulgar y el índice como si de unas pinzas se tratara. Si le das un libro infantil, intentará pasar las páginas, conseguirá montar una torre con los cubos de juguetes y nos tirará una pelota con la mano.
Esto ya ocurría en nuestros ante pasados ya que es un vestigio del pasado porque las crías se cogían fuertemente del pelo de la madre para protegerse.

REFLEJO DE MORO

El reflejo de moro es un tipo de respuesta involuntaria (sin proponérselo) a la estimulación. El reflejo de Moro es uno de los muchos reflejos que se observan al nacer y normalmente desaparece después de 3 o 4 meses.
El pediatra verificará este reflejo inmediatamente después del nacimiento y durante las consultas del niño sano.
Para observar el reflejo de Moro, se coloca al bebé boca arriba sobre una superficie suave y acolchada.
Se levanta la cabeza del bebé suavemente con suficiente soporte para simplemente comenzar a quitar el peso corporal del cojín (Nota: el cuerpo del niño no debe levantarse del cojín; solamente se quita el peso).
Luego, se suelta la cabeza en forma súbita, se deja caer hacia atrás momentáneamente, pero se sostiene de nuevo con rapidez (no se permite que golpee en la superficie acolchada).
La respuesta normal es que el bebé tenga una mirada de sobresalto. Los brazos de los bebés deben moverse a los lados con las palmas hacia arriba y los pulgares flexionados. El bebé puede llorar por un minuto.
A medida que el reflejo termina, el bebé retrae los brazos hacia el cuerpo, con los codos flexionados y luego se relaja.
Este es un reflejo normal presente en bebés recién nacidos.

La ausencia de este reflejo en un bebé es anormal.
  • La ausencia del reflejo de Moro en ambos lados sugiere un daño en el cerebro o en la médula espinal.
  • La ausencia de este reflejo en un solo lado sugiere la posibilidad de una clavícula fracturada o daño del grupo de nervios que corre desde la parte inferior del cuello y el área superior del hombro (estos nervios se denominan plexo braquial).
El reflejo de Moro en un bebé mayor, en un niño o en un adulto es anormal.
El médico generalmente es quien descubre un reflejo de Moro anormal. Él llevará a cabo un examen físico y hará preguntas acerca de la historia clínica del niño, las cuales pueden abarcar:
  • Antecedentes del trabajo de parto y del nacimiento
  • Antecedentes familiares detallados
  • Otros síntomas
Si el reflejo está ausente o es anormal, es posible que sea necesario realizar pruebas adicionales para examinar los nervios y músculos del niño.

REFLEJOS DE LOS BEBES

Los niños cuando nacen realizan una serie de  respuestas involuntarias ante la presencia de un determinado estímulo. La respuesta refleja implica generalmente un movimiento, aunque puede consistir también en la activación de la secreción de una glándula.

Los reflejos pueden ser de carácter innato o adquirido. Un ejemplo de reflejo innato sería alejar la mano de una superficie caliente. Un reflejo adquirido o condicionado sería pisar el freno del coche tras observar la luz roja en un semáforo. Este reflejo se va adquiriendo a través de la experiencia durante el proceso de aprendizaje en la conducción, llega un momento que el acto se realiza de manera automática sin que debamos pensar antes de llevar a cabo la acción.


Entre las propiedades de los reflejos indicaremos:
  • Invariabilidad: La acción de un estímulo determinado sobre un campo receptor de un mismo individuo causa siempre el mismo reflejo. Ejemplo: La acción del roce en el interior de las fosas nasales provoca un estornudo.
  • Integridad: Para que se produzca un reflejo debe existir continuidad entre los elementos anatómicos que deben entrar en acción. Una interrupción en el arco suprime el reflejo.
  • Velocidad: Para medir esta velocidad hay que distinguir: el recorrido de la excitación en el nervio sensitivo; el tiempo de reacción para transformar la impresión sensitiva en reacción motriz; el recorrido de la excitación en el nervio motor; el tiempo de reacción del músculo.
  • Ecuación personal: El tiempo de la reacción es variable según los individuos, puede ser disminuido por el estado de atención y por el ejercicio.
  • Fatigabilidad: Si se provoca repetidas veces el mismo reflejo, el tiempo de acción aumenta progresivamente, la intensidad del movimiento disminuye y por fin la reacción acaba por no producirse. La fatiga aparece al nivel de las sinapsis de las neuronas.